
En lo que hace referencia a España, los productos de Yves Rocher llegaron a nuestro país en 1978, y con ellos las franquicias de centros de belleza bajo la misma marca que nos han acompañado hasta nuestros días. Gracias a YvesRocher, la franquicia española obtuvo, en su etapa inicial de despegue y modernización, un excelente referente en el modelo de expansión, organización y gestión de una red de centros franquiciados.
Desde entonces, hemos podido conocer a varias generaciones de franquiciados y en la dirección de la firma en España, hemos la tenido la oportunidad de conocer a gente tan especial como Mª Jesús Raboso, Guillaume de Jauffrey o Manuel Paz, entre otros. Seguro que estos días habrán sido momentos de tristeza para muchos de los que de alguna manera han contribuido y contribuyen a que Yves Rocher España sea hoy uno de los más importantes mercados para la compañía.
Sin llegar a conocer personalmente a Yves Rocher, estuve presente en varias reuniones con su presencia en las primeras ferias de franquicia de París y como en otros casos, Yves Rocher era de ese tipo de personas que proyecta un carisma que te seduce, atrapa y que les ha permitido ser grandes innovadores, empresarios y líderes de éxito. Afortunadamente, en la franquicia hemos conocido varios de esos ejemplos: a nivel planetario como Jean Louis David, Luciano Benetton o el propio Yves Rocher o los más cercanos Josep Mª Cernuda, Mateo Ferrero, Félix Tena o Isak Andic, entre otros.
Así que mi recuerdo, admiración y pésame por la muerte de un personaje que pasa por derecho propio a los anales de la franquicia española, europea y mundial.