¿Hay pastel para todos?

En declaraciones de un alto ejecutivo de una cadena de distribución de telefonía móvil, he leído el dato de que "no existe ningún país de Europa con tantos puntos de venta de teléfonos móviles como España". Aquí somos 40 millones de habitantes y tenemos 9.000 tiendas, mientras que en Inglaterra existen 3.000 puntos de venta para 70 millones de habitantes.

Realizaba esta declaración en el contexto de que el fin de las subvenciones a los teléfonos móviles determinará una racionalización del sector con el cierre de entre el 30% y el 40% de los puntos de venta, fundamentalmente de las operadoras.

Aviso a navegantes pues de este sector de actividad y, en mi opinión, una prueba más de poca racionalidad que existe en muchas actividades comerciales y también franquicias. No es sólo la telefonía la que acumula miles de establecimentos con un mercado claramente estancado y en los que no se llega a los mínimos umbrales de rentabilidad por punto de venta.

La rentabilidad de nuestros centros comerciales

Según datos de la Asociación Española de Centros Comerciales (AECC), los centros comerciales del territorio nacional concluyeron 2011 con un retroceso del 2,8% en su volumen de negocio. A su vez, el año pasado un total de nueve centros comerciales abrieron sus puertas y dos fueron ampliados, por lo que la superficie comercial se amplió con un 2,6% más que en 2010.

En 2011, la afluencia de público a centros comerciales creció el 0,2 % y el gasto medio por visita descendió hasta los 22,1 euros, es decir un 3,1 % menos que en 2010. Y para rematarlo, según la misma fuente, en los próximos tres años (2012-2014) están previstas 30 nuevas inauguraciones que sumarán más de un millón de nuevos metros cuadrados de SBA.

Hasta donde yo sé, la rentabilidad de la distribución viene dada por la venta por metro cuadrado y aquí no para de disminuir el volumen de negocio y aumentar la superficie, ergo la venta por metro cuadrado se desploma. No soy experto en CC’s , pero después de quedarme atónito al ver como un ala completa del Centro Comercial Glòries, en el mismo centro de Barcelona, se halla totalmente desocupada, las cifras le dan sentido al problema.

Otros, simplemente, lo ven así de claro: "¿quien necesita más centros? Con los que hay tenemos de sobra, lo que no tenemos de sobra son euros para gastarlos dentro."

Una alianza que suma

Desde Mundofranquicia me hacen saber que SDEYF Consulting pasa a integrarse en la estructura de Mundoranquicia y que a partir de este momento Jesús Capitán pasa a formar parte la consultora como "consultor asociado", y que liderará las acciones de exportación de franquicias españolas a estos mercados, gestionando para ello todos los programas de internacionalización de la firma.

Y me parece muy buena noticia y me alegro por las dos partes, tanto Mariano Alonso como Jesús Capitán han demostrado su saber-hacer y quehacer en el mundo de las franquicias. Por otro lado, las sinergias que puedan establecerse y los conocimientos que ha acumulado SDEYF en el mercado latinoamericano seguro que llegarán así a un mayor número de franquicias españolas interesadas en abrirse paso en Iberoamérica.

Enhorabuena a los dos y muchísima suerte.

Sus señorías nos dejan en paz

Hace unos cuantos días que el actual ministro de Industria, José Manuel Soria, en el transcurso de un acto del sector de automoción comunicó que no se continuará el trámite de la Ley de Contratos de Distribución que el anterior gobierno había planteado a instancias de los concesionarios de automóviles

Como se recordará, ese proyecto de ley que debía regular las relaciones entre las marcas de automóviles y los concesionarios, habría afectado a otros sectores como las las gasolineras, los quioscos de prensa, la gran distribución y, en especial a la franquicia, ya que planteaba una normativa que encorsetaba y no contemplaba la realidad de la franquicia en nuestro país.

En su momento la Asociación Española de Franquiciaodres ya hizo lo que debía: presentar fundadas alegaciones. Afortunadamente, el asunto ha quedado en vía muerta y, por el momento, dejará de incordiar que buena falta nos hace.