
Partiendo de una frase espectacular: la moda pasa, pero la marca queda, demuestra como las firmas que han basado su existencia en el binomio precio/producto tarde o temprano entran en la precariedad de su destino. Es más, hoy en día, si una marca carece de identidad, la publicidad no le va a funcionar.
Porque aunque se da por descontado que el producto sea bueno, para una marca lo importante es crear una profunda complicidad con los clientes y ser coherentes con ello. Afortunadamente las técnicas modernas de branding cuentan con poderosos instrumentos que van más alla de la publicidad y ayudan notablemente a construir una identidad.
Así es como vemos como las grandes enseñas de hoy fueron en su momento pequeñas empresas que apostaron por crear una gran marca. A nivel español, pensad sino en notables ejemplos de la mensajería, restauración, alimentación o la propia moda.