Desde que tuve noticia del cese -a petición propia- de Jaime Ussía al frente de SIF de Valencia, sentí que era procedente compartir mi testimonio de esta etapa, ahora cerrada,
dentro del Comité Organizador del certamen valenciano.No es para menos, porque creo que a Jaime Ussía habría que dedicarle un capítulo entero de la pequeña historia de la franquicia en España. Jaime no sólo fundó allá por 1987, una de las primeras consultoras especializadas del país -International Franchising-, sino que ha sido un tenaz dinamizador de la franquicia, participando, directamente o indirectamente, en un buen número de empresas, proyectos e iniciativas.
En su faceta de presidente del Salón Internacional de la Franquicia de Valencia, fue reclutado por Inmaculada Santainés para sustituir en el cargo a Nacho Herrando y junto a ella aprovecharon hábilmente los mejores momentos de la franquicia en España y elevaron al SIF hasta convertirlo en el año 2000 en la mayor feria mundial por número de expositores. Siempre abierto a los cambios y evoluciones ha seguido representando con solvencia a la feria hasta completar un ciclo de más de veinte años.
Personalmente, tras haber tenido el placer de compartir con él muchos de estos años, admiro su capacidad de diálogo, su envidiable ecuanimidad de criterio y su remarcable capacidad de comunicación. Y no sólo en las alocuciones de carácter formal, sino en su habilidad para contar vivencias, anécdotas y también divertidos chismorreos de la villa y corte.
Ya dije en su momento que el SIF no habría sido el SIF sin Inmaculada Santainés y ahora, en el momento de la despedida de Jaime Ussía, cabe resaltar que Jaime ha cumplido perfectamente con su cometido y por ello hay que felicitarle.
