lunes, 12 de julio de 2010

Crecer, si, pero con criterio

Es una buena noticia que anualmente el número de establecimientos en franquicia se expanda, pero todavía sería mejor si pudiéramos apuntalar su viabilidad en el marco de unos ratios de rentabilidad y eficiencia. Ante una contracción de la demanda y del consumo interno, no hubiese sido raro que el sistema hubiera dejado de crecer, porque se necesitan más consumidores para al final llegar a vender lo mismo.

Bancos y cajas, que en España tienen la sartén por el mango y a los españoles por el cuello, han cerrado y cerrarán no pocas sucursales, manteniendo la cifra de negocio. En la franquicia, algunos sectores y enseñas lo han visto igual de claro y han apostado por sanear su red de establecimientos, pero en su conjunto la franquicia española sigue abriendo unidades de negocio.

Pero todo tiene un límite y precedentes ya los hemos vivido porque todas las actividades que en algún momento han sido motor del dinamismo de la franquicia -léase moda, tintorería, agencias de viaje, peluquería, servicios financieros y ahora, la estética- a la vuelta de unos años han visto reducir de forma notable el número de efectivos debido a una sobreventa de franquicias.

Así que la pregunta es clara ¿a medio y largo plazo pueden nuestros franquiciadores y franquiciados aspirar a ganar dinero con cuotas de mercado tan pequeñas?

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