martes, 22 de septiembre de 2009

Una coyuntura que produce dudas

El Servicios de Estudios de la A.E.F, ha facilitado la actualización de los datos del sector al finalizar el primer semestre de 2009. Se trata de un encomiable esfuerzo, elogiable desde cualquier punto de vista y que únicamente deja la duda acerca de la metodología que se ha seguido y que nunca se explica.

A partir de este informe se destaca que en el transcurso de los primeros seis meses de 2009, han abandonado el sistema 19 franquicias y se han creado 39, lo cual arroja un saldo positivo de 20 nuevas franquicias, hasta alcanzar las 897 franquicias en el conjunto del sistema.

En cuanto a establecimientos, pasamos de 58.305 a 57.794 actuales, básicamente porque se siguen perdiendo unidades de negocio de inmobiliarias, agencias de viajes y servicios financieros, mientras que las aperturas no llegan a compensar los cierres. Nada que nos sorprenda dada la evolución de muchas cadenas y un saldo negativo del 0,9 por cien. La facturación parece que se mantiene y eso ya es mucho, mientras que en España las ventas y la producción caen de forma generalizada.

Creo que comparto a grandes rasgos las magnitudes que ofrece la A.E.F. pero donde discrepo es en la valoración. Xavier Vallhonrat señala que “El balance general nos deja buen sabor de boca, porque la franquicia sigue manteniéndose estable y fuerte en su conjunto…”. La verdad, yo no lo veo tan claro porque más enseñas y menos establecimientos arrojan directamente una ecuación que determina que, en su conjunto, las franquicias son ahora más pequeñas, más débiles.

En estos momentos lo que necesita la franquicia en España son menos franquicias (selección natural) y más establecimientos. En mi opinión lo adecuado sería perfeccionar, rentabilizar y mejorar, ser más fuertes, propiciar incluso fusiones o alianzas. Salvo honrosas excepciones, atisbo poca innovación en las nuevas franquicias y la mayor parte de las mismas nacen con una notoriedad de marca más que discutible.

En su conjunto, los franquiciadores españoles tienen grandes “stocks” de franquicias por vender y resulta que estamos incrementando el volumen de los stocks, al aumentar la producción de nuevas franquicias. Justo lo contrario de lo que hace todo el mundo en crisis, aflojar la producción para no incrementar los invendidos.

En fin, alguien saldrá beneficiado de todo esto, pero tengo mis dudas de que a la franquicia española le siente bien.

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