miércoles, 18 de noviembre de 2009

Seriedad, por favor.

Llega a mis manos una convocatoria auspiciada por una de la grandes consultoras del país y por la Cámara de Comercio de Madrid, para dar a conocer algo más de una docena de franquicias a posibles interesados.

El acto se celebrará en los salones de la propia entidad madrileña y resulta que a día de hoy de las 14 franquicias que se van a presentar, sólo cuatro de ellas tienen su registro de franquiciadores en regla. Otras dos están registradas, pero tienen los datos desactualizados y ocho de ellas ni tan sólo figuran en el registro.

Luego nos quejaremos de que si la franquicia, de que el modelo de negocio, de la profesionalidad... Bueno, pues a mi entender, la Cámara -y también la consultora- deberían poner un poco más de interés en que las franquicias que alli presentan cumplen con la legislación vigente, que, por otro lado bien fácil es de conseguir.

martes, 10 de noviembre de 2009

Saber-hacer de franquiciados

No, no se trata de una nueva franquicia, pero de lo que estoy seguro es que detrás del rótulo de la fotografía hay más "know-how" de negocio que en muchas de las "presuntas franquicias" de servicios financieros que han existido.

El caso es que en ese local existió una franquicia de Capital Credit, una de las muchas enseñas que se crearon en los años 2003 a 2005 al calor de la orgía crediticia y como efecto copia de una "franquicia" de todos conocida.

Lo importante no es, evidentemente, la triste trayectoria de Capital Credit, de la que ahora ya no queda nada, sino la historia de un franquiciado que, a pesar de mantener su negocio en una actividad claramente penalizada, ha sabido seguir adelante mientras que sus teóricos tuteladores, maestros, referentes, es decir, Capital Credit, no sólo abandonaron a sus franquiciados, también abandonaron el negocio y hasta han dejado de existir.

El/la protagonista de la historia es una emprendedor/a que accedió a la franquicia consciente de las ventajas que le podía reportar, seguro en su elección de negocio y avalado por su propia experiencia en el mismo ámbito. Apenas han pasado tres años desde que abrió su negocio en el otoño de 2006 y afortunadamente sigue al pie del cañón, haciendo exactamente lo mismo. A día de hoy, al franquiciador, teóricamente más fuerte y preparado, hemos de darlo por fenecido.

Mi admiración y reconocimiento a G. P., porque su profesionalidad y pericia han sido más fuertes que la crisis que nos rodea y que la ineptitud de Capital Credit. Tanto es así que, reconociendo que el volumen de trabajo es menor, todavía mantiene la misma estructura de personal.

Sirva también pues este homenaje para otros muchos ex-franquiciados que se encuentran, o se hayan encontrado en similares circunstancias y han podido seguir adelante apelando exclusivamente a su buen-hacer, trabajo y profesionalidad. Tras el palo de verse abandonados, es justo reconocerles su arrojo y méritos.

martes, 3 de noviembre de 2009

Credit Services de rebajas

Via gabinete de prensa llega la noticia de que "CreditServices crea la franquicia sin local comercial". En todo caso, será "su franquicia" o "una franquicia", porque que se sepa no es la única enseña que ha tenido esta idea.

En cualquier caso, viniendo de donde viene, es decir, de una enseña que hace poco mas de tres años alardeaba de contar con más de 500 puntos de venta, el asunto adquiere tintes un tanto sorprendentes.

Con esta nueva iniciativa, denominada CreditServices Low Cost, la firma barcelonesa liderada por Javier López intenta culminar un proceso de evolución que se inició añadiendo a sus servicios financieros, asuntos inmobiliarios, luego correduría de seguros, más tarde temas de bancarrota y concursales, hasta llegar ahora a despojarse de todo tipo de gastos de estructura.

Se puede convenir que, efectivamente, la inversión de puesta en marcha es mínima, pero es que en este momento si Credit Services quiere personas para vender sus servicios lo que debería hacer es contratar personal y ponerlos en nómina, que buena falta le hace al país.

Ah!, que es al revés, que los vendedores han de pagar 6.000 euros para vender servicios que no son exclusivos, sin tan siquiera poder lucir el rótulo de la marca.. Ni por asomo, vamos.

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